San Martín y la Unidad Latinoamericana

Invitada por estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNR a dar una charla compartida con otro docente de la casa y un representante de la Asociación Sanmartiniana, me ví obligada a estructurar el tema que me tocaba: San Martín y la unidad latinoamericana.
Resultaron fundamentales los trabajos de Norberto Galasso[1] – quien debería formar parte, en un lugar destacado, de la Contraenciclopedia[2] y algunos apuntes de por aquí y por allá que con los años se van juntando.
Y resultó no tan sólo una grata tarea sino que además –y así lo expresé durante mi exposición- debo agradecer a los estudiantes la oportunidad que me brindaron para sistematizar cuestiones que estaba todavía sueltas en mis archivos (mentales).

Efectivamente, la imagen que muchos de mi generación guardamos por largo tiempo de San Martín, más allá de haber tenido la fortuna de haber leído algunas cosas a través de los años, siguió siendo la que quedó grabada en la infancia. Lo que llamo el San Martín del Billiken, de los libros de lectura, de los actos escolares.
Un San Martín montado en blanco corcel, enhiesto, de impecable uniforme cruzando la cordillera. El que daba consejos morales a Merceditas, y también del “abuelito” tierno que miraba al horizonte con una manta sobre las piernas allá lejos, y le regala a su nieta la Medalla de Bailén para que juegue y deje de llorar.